Si tú saltas, yo salto; si tú te quemas yo ardo.

Todo lo que hagas en esta vida, será insignificante, pero es importante que lo hagas...


lunes, 26 de abril de 2010

& esque a veces los sueños se hacen realidad...

Andrea se tumba debajo de "Su arbol" Lleba sentandose en bajo la sombra de ese sauce llorón desde que tiene uso de razón. Se sentía bien ahí debajo. Se identificaba con el nombre del arbol. Sauce llorón. se solía imaginar que estaba triste, porque estaba solo, eso la entristecía, por aquella razon solía ir a vsiitarle muy a menudo, así ya no estaría solos, ninguno de los dos.
Hacía un par de meses Andrea había empezado a escribir en un cuaderno. La mayoría de las cosas que había escrito eran sueños, e invenciones que sabía que nunca se harían realidad.
Le encnataba soñar con cosas irreales, como que había una gran tormenta y de repente, un vieno se llababa las nuves traendo consigo el arcoiris, y ella atrabesaba ese hermoso paisaje en una globo rojo de lunares negros. Como si fuera una gran mariquita. A veces también soñaba con su principe azul, que llegaba encima de un caballo blanco y la rescataba de un profundo sueño con un beso.
A Andrea Soñar le encantaba, en los sueños pasaba cualquier cosa, y soñar era d e las pocas cosaa sgratis que quedaban en la vida.
Le gustaba pensar que algún día sus sueños se harían realidad.
Un día nublado, andrea se tumbó debajo de su sauce, después d eun duro y triste día.
se dió cuenta d eque se había dormido cuando alguien la tocó el brazo suabemente, entonce sabrió los ojos. Era él, el principe de sus sueños. No traia un caballo blanco, sino un pastor alemán. Des cielo nublado se habían empezado a escapar suabes gotas, que pcoo a poco habían cobrado más fuerza e intensidad. Ambos buscaban refugio en las ramas del sauce, a poco centimetros el uno del otro.
Entonces, Andrea se levantó poco a poco, ruborizada, y la cabeza de el chico quedó a pocos centimetros de la suya.
-¿te encuentras bien? pensé que te había pasado algo.- prgeuntó el chico con un tono de preocupación en su dulce voz.
-oh! no, estoy bien,solo me quedé dormida- dijo andrea sonrojada.
-Me llamo Javier. - Andrea no dijo nada, solo se quedó inpnotizada por su preciosa sonrisa.
- ¿y como se llama mi vella durmiente?
-Me llamo Andrea. - dijo est aruborizada.
Y antes de que Javier desencantara a la bella durmiente con un dulce beso, la lluvia cesó y salió el arcoiris.

Ashley Dream ©

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